Además de los hábitos alimenticios, de estilo de vida, propensión genética, etc.. hay otros factores que inciden en una mayor propensión a tener sobrepeso.
Uno de ellos es el metabolismo basal.
El metabolismo basal es la cantidad de energía que necesita y que consume el cuerpo en estado de reposo total y a una temperatura ambiente constante para simplemente “vivir”, es decir mantener las funciones vitales como la respiración, el metabolismo, la circulación etc..
A partir de aquí determinadas características relacionadas con la edad, el sexo, el peso, la altura, y constitución física principalmente, hacen que el metabolismo basal de cada persona sea distinto. Esto significa que dependiendo de éstos pero también de otros factores (hormonales, niveles de estrés, etc…) lo que una persona “consume” a nivel de calorías estando en reposo puede ser muy diferente a lo que gasta otra persona de la misma edad y sexo.
Esto da respuesta (en parte, porque el sobrepeso es un tema altamente complejo en el que intervienen múltiples factores) a algunas cuestiones que se hacen muchas personas que padecen un problema de sobrepeso u obesidad como por ejemplo “si como lo mismo que mi marido como puede ser que yo tenga este sobrepeso y él no”, ” si no como tanto para engordar cómo puede ser que esté gord@?”…
La buena noticia es que podemos incidir sobre el Metabolismo Basal de diferentes formas.
Por ejemplo una de ellas es aumentando la masa muscular. Cuando una persona incrementa su masa muscular gracias a la práctica deportiva, aumenta automáticamente el metabolismo basal, es decir comiendo lo mismo “quemará” más calorías que antes.
No obstante como decíamos al inicio del artículo, no podemos atribuir una buena parte de la culpa de nuestro sobrepeso al metabolismo. Nos explicamos…
Este gráfico que mostramos a continuación resume de qué forma se reparte aproximadamente el “consumo de calorías”en términos generales. Como vemos el 25% corresponde a la actividad física. Si llevamos una vida sedentaria, este 25% prácticamente desaparece. Además, como indicábamos al inicio del artículo, al incrementar la masa muscular con la práctica deportiva también se incide en el 65% del consumo que se refiere al metabolismo basal.
Pero no todo es cuestión de actividad física. Obviamente estos % se quemarán en función de las calorías que se ingieren, por tanto el adecuar el consumo de calorías a lo que previsiblemente vayamos a quemar en función de nuestra actividad física y de nuestro metabolismo basal, es clave en cualquier tratamiento para perder peso.
El lograr el equilibrio entre los diferentes factores que influyen en el sobrepeso no es sencillo. Por eso en muchos casos se necesita de una herramienta de ayuda extraordinaria como pueden ser técnicas como el Balón Intragástrico o el Método Apollo que ayudan a conseguir una pérdida de peso inicial que permita seguir con las siguientes fases del tratamiento: educación alimentaria, cambio de hábitos alimenticios, etc…
En ICAMEN-Instituto Canario de Medicina y Nutrición- como especialistas en obesidad, abordamos el problema del sobrepeso bajo una visión global que tiene en cuenta diferentes aspectos relacionados con el estado de salud físico y emocional de cada persona y cómo incide en sus hábitos de alimentación y estilo de vida.
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